lunes, 9 de noviembre de 2020

Ceremonias de boda (1^Liceo)

Usted va a leer tres textos en los que tres mujeres nos hablan de sus ceremonias de boda. Relacione las preguntas con los textos.

 
1.- LAURA

Recuerdo que el día de mi boda amaneció nublado, aunque al final se quedó un día soleado y despejado. Tardé poco en arreglarme y tuve suerte, porque la peluquera accedió a venir a mi casa. Llegué a la iglesia con los cinco minutos de retraso de rigor y todos los invitados estaban ocupando sus bancos. En cuanto al banquete, casi no probé bocado. Estuve todo el tiempo haciéndome fotos y saludando a la gente. La verdad es que el mejor momento fue cuando por fin me quité el vestido y solté un suspiro de alivio. Creo que este tipo de cosas las disfruta todo el mundo menos los protagonistas. Demasiada presión y demasiados detalles de los que estar pendientes.

2.- MARÍA

En principio acordamos que nuestra boda sería sencilla, por lo civil, con solo familiares y amigos muy cercanos y un almuerzo frugal en un restaurante, pero luego todo se complicó. Mi suegra se empeñó en invitar a más gente de la prevista y mi madre no quería ser menos. Al final hubo casi un centenar de invitados. Al salir del ayuntamiento empezó a soplar un viento fuerte que casi me llevó el velo. La comida fue un poco escasa, lo mejor, la tarta nupcial. Al terminar todo, pude respirar tranquila y relajarme al pensar que al día siguiente nos íbamos de viaje de novios a Egipto, uno de mis sueños. 

3.- BEGOÑA


Nunca he sido una gran entusiasta de las bodas, ni siquiera cuando he ido de invitada, pero a Luis le hacía ilusión casarse. Así que, después de cuatro años de convivencia, decidimos dar el paso. Nunca he sido muy buena organizando, por lo que delegué todo en Luis y mi suegra: el fotógrafo, las reservas, los menús, la organización de las mesas… Fue un alivio no tener que preocuparme de casi nada, excepto de probarme el vestido. Creo que ese día estaba más nervioso Luis que yo. Hasta le temblaba la mano al ponerme el anillo. Después de la ceremonia, el cielo se nubló y empezó a llover. Suerte que antes pudimos hacernos las fotos en la escalinata de la catedral.