¡Hola! Mi nombre es Javier. Cuando era niño, mi mamá pensaba que los jóvenes debían practicar un deporte y tocar un instrumento. Esto me incentivó a jugar fútbol y me enseñó a trabajar en equipo, generar confianza y buscar una meta común. También me animó a tocar el piano para mejorar la coordinación entre mi cerebro y mi cuerpo, mi capacidad cognitiva, perseverancia y disciplina.
Luego, me interesé más en los pasatiempos y empecé a emplear más tiempo en ellos. Así que comencé a probar otros deportes como el baloncesto y el tenis. También, luego de desarrollar un muy buen gusto por la música, aprendí a tocar otros instrumentos como la guitarra y el violín. Todas estas herramientas fueron construyendo nuevas habilidades que podía utilizar en otras actividades.
Mis miedos más grandes cuando era pequeño eran bailar, nadar y cocinar. Hace poco tiempo decidí afrontarlos, por lo que me inscribí en clases de flamenco, clases de natación y clases de cocina. Haber practicado me ayudó con el flamenco y la natación. Además, ahora preparo comidas deliciosas para mi familia todos los domingos. Los pasatiempos me han ayudado a aprender mucho y a sentirme mucho más autosuficiente y confiado de mis propias aptitudes.