miércoles, 30 de noviembre de 2016

“A la cama no te irás sin saber una cosa más” (2A)

Anne es una de los tantas heroínas que se arriesgaron a salir de su país en busca de un puesto de trabajo y en la búsqueda de la casi desconocida vitamina D, sí, el sol. Y es que Anne es alemana y desde que nació siente cierta atracción por los rayos del sol. Cuando terminó sus estudios de periodismo, decidió probar suerte en España. Empezó por las grandes ciudades, donde mejoró muchísimo sus conocimientos sobre la lengua, y finalmente fue a parar a Andalucía, a un pequeño y típico pueblo de casitas blancas en la montaña. Todo parecía ir sobre ruedas hasta que, de repente, se topó con la gente de la zona.
Una mañana malagueña de 40 grados a la sombra, entró Anne a un supermercado que le pillaba de paso para comprar algo de comida. Segundos antes de que abriera la boca, el dependiente se adelantó y dijo con un gran entusiasmo y viva voz:
– ¿Qué te pongo, corazón?


A lo que Anne se extrañó porque no terminaba de entender qué tenía que ver la palabra corazón para pedir comida, y directamente pensó que el dependiente le quería vender un corazón o quizá algo mucho peor, le estaba pidiendo el suyo. En cuanto pudo, reaccionó y le respondió al dependiente:
– Señor, yo no como corazones.
Al segundo, le sorprendieron las carcajadas de la gente de alrededor y del mismo dependiente:
– No, no, aquí nadie come corazón.- Le explicó seguidamente a Anne.
– He preguntado que qué te pongo mi corazón, o si lo prefieres, mi cielo, mi amor… Nos gusta decir piropos a la gente, es nuestra forma de ser amables.
Inmediatamente, Anne se puso roja de la vergüenza, pidió un par de cosas, pagó y se fue corriendo. Al salir por la puerta, el dependiente gritó con alegría:
– A la cama no te irás, sin aprender una cosa más.

Lee la siguiente información sobre el texto y responde con verdadero o falso.
  • La chica de esta historia se fue a vivir a España porque quería mejorar los conocimientos de la lengua
  • Un día, Anne estaba comprando en un supermercado y tuvo un malentendido con el dependiente
  • Al hombre de la tienda se le aceleró el corazón
  • El dependiente atendió con un halago a Anne
  • Al hombre de la tienda le gustaba la chica
  • Anne aprendió algo de esa situación para la próxima vez