Vas a leer dos textos de cuatro personas qué hacen para combatir el estrés cotidiano. Relacione las preguntas con los textos.
JULIA.- En el mundo actual, donde todo es rápido y se espera de nosotros resultados inmediatos, es habitual que vivamos estresados o que pasemos por periodos de estrés. No es fácil combatirlo, sobre todo porque a menudo no somos conscientes de estar estresados, lo cual hace imposible resolver la situación. En mi caso, lo que más me ayuda para combatir el estrés es el ejercicio físico. Puede parecer extraño (quiero que se me entienda bien) pero poner el cuerpo en estrés físico mediante el ejercicio reduce el estrés mental. Además, los beneficios son mayores si haces ejercicio regularmente. Está comprobado que las personas que se ejercitan regularmente tienen menos probabilidad de experimentar ansiedad que aquellas que no lo hacen, y esto es algo que también puedo confirmarlo por mi experiencia. El ejercicio físico te da un bienestar general y te permite, además, dormir mejor. En definitiva, además de hacer que estés bien, el ejercicio físico te da confianza. Mi recomendación: intenta encontrar una rutina que te guste, ya sea una tabla con tus ejercicios favoritos o una ruta por la montaña, y hazla.
SARA.- Sé que lo que voy a decir no es ni lo habitual ni lo que la mayoría de la gente piensa, pero yo creo que el estrés es positivo. Como sé que mucha gente considerará mi opinión algo extraña voy a explicarla con una anécdota: como todo el mundo, cuando estudiaba en la universidad estaba sometida a mucha presión, y recuerdo que durante una semana con muchos exámenes tenía que entregar un proyecto de prácticas que, el día antes, ni siquiera había podido empezar. Pues bien, en una sola noche hice todo el proyecto. Estoy convencida de que, si no hubiese tenido tanto estrés en aquel momento crítico, no habría podido dar lo mejor de mi misma, ni me habría mantenido concentrada hasta conseguir terminar el trabajo. Desde ese momento no me cabe duda de que no hay que combatir el estrés sino aprovecharlo para hacer grandes cosas.
MARÍA.- Mucha gente piensa que en la sociedad actual, dado nuestro modo de vida, el estrés es inevitable y es algo con lo que hay que convivir sí o sí. Pero no comparto ese punto de vista. Es cierto que hay cosas que no podemos evitar porque no dependen de nosotros. Si tenemos un trabajo en el que trabajamos con presión, con mucha responsabilidad, o del que dependen resultados para la empresa, es normal que sintamos el estrés nos gana la partida. Pero hay que ser consciente de que el trabajo o la responsabilidad no son todo en nuestra vida, y de que hay otros aspectos que tienen que tener la misma importancia o más- Así que tenemos que crearnos nuestros propios espacios, dedicarnos tiempo y, sobre todo, desconectar. ¿Cómo? Yo enciendo una vela aromática -hay aromas muy relajantes- y me pongo a escribir las ideas que se me pasen por la cabeza. Te aseguro que como hábito antiestrés es perfecto. Al menos a mí me da resultado.
SUSANA.- Yo sinceramente pienso que evitar el estrés es más fácil de lo que pensamos, solo que a veces es más fácil dejarnos llevar por el ritmo del día a día en lugar de pararnos y reflexionar sobre si realmente queremos tener la vida que tenemos. Creo que la base de tomar el control de nuestra vida es aprender a rechazar todo aquello que nos interesa, todo lo que no queremos que esté presente en nuestra vida. Pienso que es importantísima la relación con los demás: tener buenos amigos te da sensación de pertenencia y potencia tu autoestima. Pasar tiempo con la gente que nos quiere y a la que queremos, y con las que compartimos gustos y aficiones, es el mejor relajante natural que conozco. Cada vez hay más estudios que señalan que las personas con menos relaciones sociales tienen más posibilidades de sufrir ansiedad y depresión. Mi consejo es que te rodees de personas que te hagan reír y con quieres te lo pases bien. Ya tenemos suficientes problemas. La risa mejor tu estado de ánimo, relaja tus músculos. No olvides que somos nosotros quienes tenemos que escribir la historia de nuestra vida, y sin duda es mejor escribirla en buena compañía y siendo felices. Solo así dejaremos atrás el estrés.