martes, 26 de marzo de 2024

Primer día de trabajo (B1)

A continuación va a leer tres textos en los que tres personas hablan sobre los recuerdos de su primer día de trabajo. Después, relacione las preguntas con los textos

  • CLARA, empecé a trabajar muy jovencita, durante mi tercer año de la carrera. Soy la mayor de cinco hermanos. Mis padres no estaban bien económicamente y quería ayudarles, así que decidí ponerme a trabajar y, aunque ellos no querían, yo insistí. El único trabajo que encontré con un horario conveniente fue en un restaurante de comida rápida. Al principio trabajaba solo los fines de semana y, luego, también algunas tardes. No era un trabajo fantástico, pero me vino bien la experiencia: aprendí disciplina, a trabajar con el público y, lo más importante, a organizar mi tiempo, cosas que me han venido muy bien en todos mis trabajos posteriores. Estuve poco más de un año y lo dejé en cuanto encontré algo mejor.
  • EDUARDO, Llevo trabajando en esta empresa desde que me licencié en Psicología. Entré en prácticas nada más acabar la carrera. Me acuerdo que vi un anuncio en el tablón de la facultad el mismo día que fui a ver las notas de mi último examen. Me presenté y me cogieron. Al principio, tenía que hacer cosas muy sencillas, lo que me mandaban. Se ve que lo hice bien, porque al poco tiempo empezaron a darme más responsabilidad y me pusieron un sueldo. No era mucho, pero yo estaba encantado.La verdad es que me lo pusieron muy fácil, porque los compañeros eran estupendos y me ayudaron muchísimo. Poco a poco fui escalando puestos y ahora soy director del Departamento de Recursos Humanos.
  • MARÍA, empecé a trabajar de peluquera desde los diecinueve años hasta la jubilación. La peluquería era de mi tía y fue ella la que me enseñó todo. Bueno, yo había hecho algún curso de peluquería y estética, pero los trucos del oficio me los enseñó ella. La verdad es que nos lo pasábamos muy bien. Las clientas eran ya amigas. Algunas venían a cortarse el pelo y se quedaban charlando con nosotras toda la tarde. El ambiente era tan relajado que yo no lo sentía como un trabajo. Luego cuando mi tia decidió dejar de trabajar, me quedé yo con el negocio y tuve que contratar a otra chica para ayudarme.