El excepcional talento de Faustino Oro, joven prodigio del ajedrez de tan solo diez años de edad, está dando que hablar a los seguidores y aficionados de esta disciplina. Este niño argentino, que comenzó a interesarse por este juego durante el confinamiento debido a la pandemia de 2020 porque no podía jugar con la pelota en el salón de casa, sueña con convertirse pronto en MI (maestro internacional) del famoso juego de mesa.
Casi sin darse cuenta, el ajedrez acabó revolucionando la vida de toda la familia Oro que el pasado diciembre dejó Buenos Aires y se mudó a Europa en busca de mayores oportunidades para la formación ajedrecística de Faustino y de participación en torneos.
Uno de sus entrenadores describe a este genio precoz como un «pequeño león» por su actitud frente al tablero de juego, su intuición y su pasión. De igual manera varios grandes maestros del ajedrez señalan que Faustino tiene un gran potencial, aunque todavía sea muy pronto para hacer pronósticos y le queden muchas partidas por ganar.
De momento la trayectoria de este jovencísimo prodigio, que se pasa entre las cinco y seis horas diarias entrenando, jugando y estudiando, delante del tablero de ajedrez, promete un futuro glorioso.