No cabe duda de que las plataformas de streaming han sido fundamentales para el consumo de series de TV, además de para la difusión y el éxito de este formato audiovisual. Las entregas periódicas de las series, que pueden constar de una o más temporadas, suelen tener una unidad argumental y una continuidad temática, presentan un casting particular, a menudo un reparto coral, que ofrece a sus creadores y guionistas mayor flexibilidad para maniobrar a los personajes en los distintos episodios.
El punto de partida
Las series españolas cuentan con una gran tradición en el propio territorio. Ya en los años 2000 varias cadenas de televisión, públicas y privadas, cosecharon éxitos como Los Serrano (2003) o El internado (2007) que asentaron las bases de una nueva industria. Esta tendencia llevó a proyectos más complejos como El ministerio del tiempo (2015) y Vis a Vis (2015) cuyos buenos resultados llamaron la atención de muchas cadenas y plataformas internacionales. De ahí, el salto al público global, fue inmediato: empezaba la edad de oro de las series españolas.
Consolidación y exitazo
Varios expertos en televisión afirman que la historia del éxito internacional de las producciones españolas comenzó con Las chicas del cable (2017). Ambientada a principios del siglo XX en Madrid, la historia de cuatro mujeres procedentes de distintos puntos de España que trabajan en la compañía telefónica, gozó de una gran aceptación. El destino quiso, explica la productora y creadora Teresa Fernández-Valdés, que «Netflix estaba buscando una serie con ciertos ingredientes: una o varias protagonistas femeninas que invitasen a un público generalista a venir a la plataforma. Lo bonito es que siendo una serie de época hemos sido capaces de conectar tanto con audiencias mayores, como con chicas jóvenes y estamos muy orgullosos de ello».
El fenómeno La casa de papel
La exitosa La casa de papel (2017) dio sus primeros tímidos pasos en la televisión privada española (Antena 3) y tras pasar al catálogo de Netflix se convirtió en una de las series más vistas del mundo. Esta serie, que ha enganchado a millones de espectadores, trata de un hombre misterioso, apodado el Profesor, que reúne a ocho personas a la deriva para llevar a cabo el robo más perfecto de la historia: secuestrar la Casa de Moneda y Timbre e imprimir millones y millones de euros. Los ocho atracadores, que asumen el nombre de una ciudad por cuestiones de anonimato, a lo largo de las temporadas van desvelando su pasado, sus problemas y conflictos interiores, creando en el espectador sentimientos empáticos por estos “héroes fuera de la ley“. La quinta temporada se estrenará en 2021 y las expectativas por parte de sus fans incondicionales son altísimas.
Series y culebrones latinos
Desde las llamadas “narconovelas” hasta las producciones en el más puro estilo culebrón, pasando por los biopics musicales, varios son los títulos latinos de éxito internacional. Entre las series más populares se encuentran las 3 temporadas de Narcos (2015) y La Casa de las Flores (2018), colombiana y mexicana, respectivamente.
La tragicómica historia de la rica familia La Mora conquistó al público; esta comedia colorista y kitsch hizo que los seguidores de La casa de las flores se apasionaran con los secretos del clan, sus traiciones y mentiras. Sin embargo, las desgracias en el barrio de las Lomas llegaron a su fin y han dejado espacio a Alguien tiene que morir (2020), una miniserie del mismo creador con un registro muy diferente, según sus palabras “es un thriller desgarrador, sombrío y opresivo”.
Por su parte, las series ambientadas en el mundo de los narcotraficantes fueron muy seguidas desde bien pronto. Criticadas a menudo por sus escenas de violencia impactante, pero sobre todo por proponer una visión idealizada de la delincuencia vinculada a los carteles de las drogas, producciones como El Chapo (2017) o Narcos (2015) han servido de inspiración a creadores españoles. Es el caso de Fariña (2018), también en el catálogo Netflix, que se ha convertido en una especie de Narcos en salsa europea.
Del papel a la pantalla
Encuentran también su espacio entre las creaciones audiovisuales las adaptaciones de novelas. Sin abandonar el ámbito hispano, la versión televisiva de La catedral del mar (2018) – novela de Ildefonso Falcones publicada en 2006 – contó con la aprobación del público y actualmente se está rodando la segunda parte. Por otro lado, el pasado marzo se lanzó el primer tráiler de Patria (2020), basada en la novela homónima de Fernando Aramburu y producida para HBO. La serie, que lleva a la pantalla la vida cotidiana de la gente durante los años del conflicto político en el País Vasco, se estrenó simultáneamente el 27 de septiembre en 21 países.
