El MIAU es el Museo Inacabado de Arte Urbano, situado en las calles de Fanzara, un pequeño pueblo de alrededor de 300 habitantes a unos kilómetros al norte de Valencia, en la provincia de Castellón. El MIAU surgió como una iniciativa de Javier López y Rafa Gascó para intentar evitar que el pueblo desapareciera del mapa, como le está pasando a tantos otros pueblos de España en los que cada vez queda menos gente joven.
El objetivo de Javier y Rafa era convertir el pueblo en un museo de arte urbano, usando las paredes del pueblo como lienzos para los artistas, pero era una idea cuanto menos arriesgada y complicada de vender a personas de 70 y pico y 80 y pico años, la mayoría de los cuales no tenía ni idea de qué es el arte urbano ni siquiera de que existe. De todas formas, obtuvieron los permisos necesarios, pensando que en el peor de los casos bastaría con dar una mano de blanco por encima de las obras si la idea resultaba un fracaso.Se llevaron a 23 artistas urbanos españoles más conocidos al pueblo, alojándolos y dándoles de comer en casas particulares. A los artistas no se les dijo que podían pintar y qué no, solo dónde podían hacerlo; solo se les pidió que tuvieran en cuenta qué tipo de gente iba a ver las obras a diario. Y pronto había 44 obras decorando las paredes del pueblo y se empezó a extender el interés por el MIAU, tanto por parte de gente que acude a verlo como por parte de universidades y otros artistas. De hecho ahora se encuentran con que les falta espacio. Por eso han decidido que las obras tienen un plazo de vida determinado y serán sustituidas por otras cada cierto tiempo.
"No son conscientes de lo que han hecho, no solo por las firmas que han llevado, sino por conseguir que todos se hayan involucrado", explica Belén García, investigadora de la Universidad de Valencia y especialista en "street art". Ella cuenta que lo de Fanzara es una idea original sin referentes previos. "Es diferente de lo que ocurre en ciudades como Valencia, donde los artistas invaden el espacio público sin permiso municipal". El arte urbano propio de grandes zonas ha conquistado este pequeño entorno rural.
Los artistas han dejado una huella que en Fanzara sienten propia. "Fanzara en unos años podrá ser un referente internacional; es más, creo que ya lo es" dice Joan Feliu, doctor en Historia del Arte en la Universitat Jaume I de Castellón. El pueblo es objeto de estudio en ámbitos académicos, apunta Belén García. Todo esto ha generado un movimiento turístico poco acostumbrado por estos lugares, llenándose los fines de semana de gente que acude cámara en mano para llevarse a casa estas obras artísticas al aire libre, hechas por autores que estampan su firma en todo el mundo. Ante la necesidad de establecer un orden en la visión de las obras, el Ayuntamiento ha diseñado incluso una guía con el itinerario estandar.